16/01/201726/03/2017
38 Picassos
Desde la apertura del Museo Picasso Málaga, numerosos y sucesivos préstamos de la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso para el Arte han ayudado a profundizar y a difundir la obra de Picasso complementando no solo la colección permanente sino también numerosas exposiciones temporales.
Esta exposición presentó una selección de las obras de Pablo Picasso que a lo largo de seis años y por cortesía de FABA enriquecieron la colección permanente del museo y que en esta ocasión se mostraron en conjunto y en solitario por primera vez.
Realizadas entre 1903 y 1972 este conjunto de obras abarcó la casi totalidad de su trayectoria artística, permitiendo al espectador constatar una vez más la diversidad temática, así como la evolución del artista durante su dilatada y fecunda trayectoria.
“En el fondo, ¿qué es un artista?”, preguntó Picasso a Kahnweiler en febrero de 1935, procediendo luego a contestar su propia pregunta. “Es un coleccionista que quiere acumular un conjunto de obras, creando para sí mismo las obras que quiere. Así es como siempre empiezo, pero luego se convierte en otra cosa”. […] Además de considerarse como un coleccionista, Picasso se veía también como un autobiógrafo y su trabajo constituía su diario. Prácticamente todo lo que pintaba o dibujaba se refería en mayor o menor medida a sí mismo, a sus mujeres, a sus hijos y a sus amigos. En sus primeros años, retrataba constantemente a su padre, a su hermana y a sus amigos de Els Quatre Gats. Después de su boda en 1918, Picasso realizó innumerables retratos de su mujer y de su hijo que guardaba para sí. Lo mismo ocurrió con los hijos que tuvo con Marie-Thérèse y Françoise Gilot. Estos retratos familiares constituyen el grueso de estos préstamos.” John Richardson