29/04/201329/09/2013
Dennis Hopper
En el camino
“Yo nací en Dodge City, Kansas, y en el fondo no soy más que un chico granjero de clase media. Estaba convencido de que la interpretación, la pintura, la música, la escritura, eran —todas ellas— partes del ser artista. Nunca las vi como algo separado”. Actor, director, fotógrafo, artista y coleccionista de arte, Dennis Hopper no concebía fronteras entre las diferentes disciplinas artísticas. Este rechazo a los límites a menudo marcó su trayectoria artística y también su vida personal.
Su formación comenzó siendo un niño. Sobre los nueve años, Dennis Hopper recibía clases de arte en la Nelson Art Gallery de Kansas City, donde también se impartían clases de interpretación. Con apenas veinte cumplidos había participado en dos películas de gran éxito mediático: Rebelde sin causa (1955) y Gigante (1956). En estos rodajes conoció a James Dean, quien le aconsejó hacer uso de la fotografía –a la que ya era aficionado— como práctica previa para la composición de encuadres cinematográficos: “Porque seguramente algún día querrás dirigir películas y no puedes recortar una película, así que tienes que aprender a hacer un encuadre completo, un negativo completo”.
En los años sesenta, Hopper lleva su cámara fotográfica a sets de rodajes, fiestas de Hollywood, marchas antirracistas, viajes por carretera y espacios urbanos. Parece estar en el sitio justo en el momento adecuado. Ídolos del cine, como Jane Fonda o Paul Newman, músicos como Ike y Tina Turner; artistas como Marcel Duchamp o David Hockney; líderes políticos como Martin Luther King y desconocidos aparecen en unas instantáneas que documentan la efervescencia cultural de un triángulo geográfico situado entre Los Ángeles, Londres y Nueva York. En esta última, a donde Hopper acude a estudiar el célebre método con Lee Strasberg, entra en contacto con Andy Warhol y su círculo. Su cámara retrata la atmósfera de la Factory y de las exposiciones de arte, en contraste con la cotidianidad de los barrios, gentes y bandas callejeras neoyorkinas.
En 1969 Dennis Hopper dirige Easy Rider. Buscando mi destino, que también protagoniza junto a Peter Fonda y Jack Nicholson. De presupuesto modesto, esta road movie en la que dos moteros cruzan Estados Unidos resume la esencia del espíritu de la llamada contracultura de los años sesenta, del rechazo a los valores establecidos, de la radical reivindicación libertaria. Con música de grupos como The Byrds o Jimi Hendrix, la cinta se convierte inmediatamente en un éxito, en una obra de culto que de algún modo señala la conclusión estética de la primera época de Hopper como fotógrafo y el fin de una época intensa y esencial para comprender algunas de las claves culturales de Norteamérica en la segunda mitad del siglo XX.<
Tras este film, Hopper se sumió en un periodo autodestructivo marcado por sus adicciones y por el rechazo de la industria cinematográfica, que le cierra las puertas tras su segunda película como director, The Last Movie (1971), con contadas excepciones, como su papel de reportero gráfico en Apocalipse Now (1979). De esta etapa consigue salir en 1985 y retomar nuevamente su carrera, brillando en títulos como Terciopelo Azul (1986) y Hoosiers: más que ídolos (1986), trabajo este último por el que mereció una nominación al óscar. Hasta su muerte en mayo de 2010, continuó con la actuación, la fotografía, la pintura y con su afición por el coleccionismo de arte.
Dennis Hopper. En el camino
Comisariada por José Lebrero Stals, director artístico del Museo Picasso Málaga, Dennis Hopper. En el camino mostró una selección de 141 fotografías en blanco y negro tomadas en su gran mayoría entre 1961 y 1967, algunas inéditas, compiladas tras un exhaustivo estudio de los archivos de su autor. El recorrido se estructura como si fueran los capítulos de una narración sobre los ámbitos de interés del Hopper fotógrafo durante estos años: la carretera, las superficies abstractas, las celebridades, la moda, los rodajes o la publicidad callejera.
Como de si se tratara de un flash back cinematográfico al pop art, la exposición incluyó una sección de creaciones de Robert Rauschenberg, Ed Ruscha, Roy Lichtenstein, Claes Oldenburg, Andy Warhol y Tom Wesselmann, que formaron parte del círculo que tan cercano estuvo a Hopper y que ejemplifican lo que entonces se llamó el “retorno a la realidad”, con la introducción en el arte de elementos de la vida diaria. Una muestra de la obra plástica de Dennis Hopper también estuvo presente a través de siete creaciones, entre pinturas y esculturas. También se expusieron dos billboards o vallas publicitarias realizados por él.
La exposición incluyó además una cuidada selección de extractos de sus películas, hecha por la Cinémathèque Française, así como la proyección de tres screen tests (pruebas cinematográficas) que le hizo Warhol en 1964. Del mismo modo, exhibió un conjunto de carteles de películas en las que Hopper participó y material documental –fotografías de otros autores, libros, revistas, discos, etc— que contribuyeron a poner en contexto las obras expuestas y la atmósfera cultural de la época.
Por último, Dennis Hopper. En el camino propuso al visitante una particular banda sonora de la exposición, con temas de James Brown, Ike &; Tina Turner, The Byrds y Neil Young, entre otros, que pudieron oírse tanto en la sala como en la lista creada en SPOTIFY para la ocasión.
Artes plásticas, música y cine se unieron así en esta exposición, en la que, como en la propia vida de Dennis Hopper, los límites se difuminaron y que quiso ser, según el comisario y el director artístico del MPM, José Lebrero Stals, “un homenaje a un bohemio de un lejano lugar llamado Dodge City”.
Exposición comisariada por Museo Picasso Málaga y organizada en colaboración con The Dennis Hopper Art Trust y con el asesoramiento de la Cinémathèque Française. Con la colaboración de la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso para el Arte (FABA).
Exhibición Harley Davidson
Con motivo de la exposición y gracias a la colaboración de Harley Davidson Siebla Málaga, en la entrada principal del Museo Picasso Málaga se mostró una Harley Davidson. La moto recibió a los visitantes que se acercaron a la pinacoteca.
The Dennis Hopper Art Trust (DHAT) está comprometido con la preservación de la carrera artística y el legado del visionario icónico Dennis Hopper. Hopper fue un reconocido actor, director y artista que experimentó en todos los lenguajes, incluidos la fotografía, el vídeo y el cine, la pintura, performance y escultura. DHAT es responsable de mantener y dirigir un archivo funcional que sirve como recurso para compromisos polifacéticos en la esfera pública. De igual modo, DHAT facilita colaboraciones dinámicas con comisarios, museos y galerías internacionales, así como con publicaciones cuya misión es destacar y enfatizar las obras de Hopper, no sólo como objetos estéticos de valor, sino también como artefactos históricos que relatan los últimos cincuenta años de la historia del arte y el cine americanos. The Dennis Hopper Art Trust fue establecido por el Dennis Hopper Estate en 2010 y tiene su sede en Los Angeles, California.